Ojo con revolver en el cubo de basura a final de año, puede que lo que encontremos sea 💩, y según gente que entiende de coches, eso es precisamente en lo que Stellantis convierte todo lo que toca. Ese comentario tan feo refleja frustración de consumidores que ven productos atractivos en diseño, pero flojos en fiabilidad y ejecución. Jeep es icónica y atractiva por diseño y capacidad off-road, pero en los últimos años ha recibido críticas por problemas de fiabilidad mecánica y electrónica (transmisiones, sistemas eléctricos, acabados).Ram es muy popular en EE. UU. por potencia y prestaciones, pero también con historial de problemas de calidad y durabilidad en algunos modelos.Aunque las dos son marcas deseadas, la percepción de fiabilidad afecta a la confianza del consumidor y, por extensión, a la valoración de Stellantis.Planean también sobre Stellantis los apaños para salir de la crisis de esos motores que son un auténtico Purete.Existe la percepción de que Stellantis no logra integrar bien sus múltiples marcas (Fiat, Peugeot, Citroën, Opel, Chrysler, Jeep, Ram, Alfa Romeo, Maserati…). Algunos opinan que la compañía tiende a recortar costes y estandarizar plataformas, lo que diluye la identidad y calidad de las marcas aunque eso actualmente es prácticamente la norma.Los chinos presentan una competencia feroz en eléctricos. Fabricantes como BYD, Geely o SAIC están produciendo vehículos eléctricos a gran escala, con costes más bajos y fuerte apoyo estatal.Además están entrando con precios agresivos y buena relación calidad-precio, lo que presiona a Stellantis y otros fabricantes europeos.Si Stellantis no acelera su transición tecnológica y mantiene competitividad en costes, puede perder cuota de mercado en segmentos clave.La estrategia de Antonio Filosa (no forzar la transición, mantener híbridos y combustión mientras se avanza en eléctricos) es pragmática, pero puede quedarse corta frente a la velocidad de los chinos.La amenaza china es real y puede poner contra las cuerdas a Stellantis si no logra diferenciarse con calidad y fiabilidad. Jeep y Ram son pilares de la rentabilidad en Norteamérica, pero su talón de Aquiles es precisamente la fiabilidad mecánica, que mina la confianza del cliente. El reto de Filosa puede se doble:Defender Norteamérica con productos atractivos pero más fiables. Los yankees están apegados a sus marcas pero eso podría cambiar.La parte difícil: responder a China con una estrategia tecnológica y de costes que evite quedar rezagados.Lo dicho: ojo con revolver en el cubo de la chatarra, no sé yo si un inversor a largo plazo (vgr el oráculo de Nebrasca: mi horizonte temporal es para siempre) se haría un Paris-Dakar en un coche de Stellantis.